El lunes 26 de agosto, con la Santa Misa de apertura presidida por Monseñor Miguel Ángel Castro Muñoz, iniciaron las actividades en nuestro Seminario Diocesano, donde se forman los futuros sacerdotes.

Con la asistencia del equipo formador, profesores, padres de familia y alumnos de las tres casas de formación, nuestro Pastor Diocesano inició su homilía haciendo hincapié en que los seminaristas son la razón de nuestra gratitud, con su vocación y la inquietud al sacerdocio. 

Los animó diciéndoles: “Por eso están aquí, para que orando y a la luz siempre de la Palabra de Dios, y asistidos por el Espíritu Santo, puedan hacer un buen discernimiento y con ustedes nosotros, que les facilitemos ese buen discernimiento, que descubran la voluntad de Dios es la disposición de sus vidas”. 

Invitó a comenzar este ciclo escolar con esperanza, sabiendo que la obra es de Dios, queriendo que haya frutos y buscando la manera de sobresalir de los problemas o percances que se puedan presentar, no obstante, de nuestra carencias y debilidades.  

Finalmente, mencionó que nuestro trabajo y sacrificio, nuestros dones, recibidos de Dios, se materialicen en donación, presencia y servicio; estar donde tenemos que estar y ser quienes tenemos que ser. 

“Desde nuestras distintas vocaciones, debemos esforzarnos por sumar a los demás en un ambiente de comunión, docilidad, responsabilidad y obediencia”, enfatizó.

El evento de apertura concluyó con un programa cultural y con momentos de deporte y convivencia entre los alumnos y profesores.